
La inspiración nace con la recolección de los vestigios de bosques inmensos que alguna vez habitaron fértil mente esta región, y que fueron devastados por la acción maderera que los arrasaron vorazmente durante siglos, o bien, quedaron sumergidos bajo las aguas por eventos geológicos anteriores.
Este trabajo en maderas nativas evoca un paisaje mítico y nostálgico de aquellos bosques perdidos, que siguen habitando persistentemente en nuestra memoria.
Buceando las profundidades de lagos y ríos, o recorriendo viejas construcciones en desarmes en los campos, se van recogiendo piezas ya desgastadas por procesos naturales o humanos; las que a través de una erosión ficticia, permite que renazcan como reliquias simbólicas, y se conviertan en las osamentas sagradas de aquellos árboles arrasados, encarnando nuevamente esos bosques mágicos en un futuro muy lejano.
Javier López Cabello.
Escribir comentario